Buscamos llegar a nuestras metas a base de empujones, o de estirar, mientras que desarrollar el propio talento es más bien como una floración: es un proceso orgánico, no industrial. Se necesita tierra, espacio, luz, agua y el cuidado contra las plagas.
TIERRA en la que asentar las raíces; valores que me ayudan a convivir.
Un ESPACIO único para crecer. Por más cerca que sintamos a nuestros padres, hijos, hermanos, parejas, amigos…, cada ser necesita su espacio para llegar a florecer.
LUZ que nos permita ver con claridad que para llegar allí donde queremos, solo necesitamos crecer, y ni ese lugar es tan alto, ni somos tan pequeños.
AGUA, alimento, contacto con personas que te ayudan a mirar, que iluminan zonas desconocidas, que te hacen más fácil el crecimiento, mentes que dialogan con la tuya y que te estimulan.
Y el CUIDADO contra las plagas, que son esas historias que nos contamos que nos dificultan el avance, que nos muestran el lugar de llegada mucho más alto y el lugar de partida como un pozo oscuro. Nos empeñamos en hacer la guerra a las dificultades con diferentes venenos, cuando se trata de no alimentar esas historias, de no prestarles atención, ni dejar que generen miedo, se trata, más bien de enfocarse en lo que uno hace, de prestar atención, y esos pensamientos … ¿dónde están que ya no los escucho?
Respiro y recuerdo que en el principio estaba el verbo. Después plantamos una semilla.
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